El hombre calvo que lleva sujeto un bolígrafo rojo a su camiseta amarilla por un clip, pantalones de algodón azul y deportivas negras; entra otra vez en la librería.
Todos los días entra en la librería, primero hojea las novedades (porque es lo que ocupa la mayor parte del centro del pasillo) luego inspecciona los estantes laterales, son todo novelas.
El siguiente pasillo es de filosofía, arte, viajes. En un estante el hombre que lleva sujeto un bolígrafo rojo a su camiseta amarilla por un clip, coge un libro. Es una obra de teatro: ‘Las orugas sueñan con amor’ que le trae recuerdos de cuando era más joven.
Da cinco pasos, entra en la sala de literatura infantil. El hombre que lleva sujeto un bolígrafo rojo, lee un párrafo:
‘La magia está en todas partes; no la vemos, pero existe. Es pequeña, tan pequeña e invisible como el hilo de un hada.’
Mira a su alrededor buscando magia, una dependienta le pregunta si busca algún libro en particular.
El hombre del bolígrafo sonríe, le devuelve el libro – No gracias, solo estaba echando un vistazo.- Se da media vuelta, vuelve por donde ha ido, antes de salir se para y ve una estantería de poesía. Esta a tres metros de la puerta de salida. Él lee un verso, es feliz; se va.
Cada día, entra en una librería buscando poesía. No sabe si es un personaje de algún relato corto, perdido en la memoria de algún escritor.
Pobre náufrago navegando por amnesia en tierra firme. Olvidó que era él quien escribía poemas antes de perder a su amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario