diseñados para subir y bajar.
Para quemarse en la carne,
y beber el alma del otro,
romperse los huesos en un salto,
y terminar la vida agotado.
Escribir con sangre día a día,
y ver estrellas en los ojos del otro.
Desgastar los labios en besos,
y paladear tu boca húmeda y caliente.
Nosotros hace mucho que no ardemos,
ni cocinamos nuestra piel en la cama.
Oxidados, miramos pasar los barcos,
desde nuestro dique seco.
Días…
Que no escribo con un dedo en tu espalda;
Atardecer…
que no ves en mis ojos,
como rompen las olas.
Hoy arranco la costra,
para seguir navegando.
Santa 14-Feb-2013
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