No pasa nada ni nadie.
Solo tú en silla de ruedas,
varada como una sirena,
en mitad de una playa,
en una tienda de ropa.
Miras el escaparate,
dentro cuerpos anoréxicos,
se visten de moda,
junto a maniquís sin cabeza,
sin brazos, sin piernas.
Sueña mi niña sueña,
hasta que el reflejo,
te vomite a la realidad.
Ahí estás sin reconocerte,
prisionera de una silla,
con más fuerza que nadie,
con la juventud más lúcida,
demostrando lo que vales.
No hace falta que vistas a la moda,
solo escuchar tu voz,
de tus labios rojos,
o tu silencio elocuente,
a través del cual,
el deseo te rompe.
Tus ojos paisaje eterno,
de verde mar y azul intenso,
ventana al aire fresco,
por donde respira tu alma,
y se cuelan estrellas.
No pasa nada muchacha,
solo mi corazón,
que escucha al tuyo,
en esta fría mañana,
de primavera y niebla.
Santa
2 comentarios:
No pasa nada si se deja fluir el amor... :D
Saludos.
Esta poesía surgió cuando paseando por una calle céntrica de Madrid, vi a una chica en silla de ruedas... parada delante de una tienda de moda.
Iba sola, sonriendo a la vida y esperaba que alguien la ayudase a subir un escalon para entrar...
Un abrazo
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