Regalo de Reyes

(Espejismo en un canal de Venecia)

-         Lo que daría por un Tom tom… con él me movería por la ciudad sin problemas.

-         Se ve muy mal el mapa en una pantalla tan pequeña – Respondió él.

-         Claro como tu coche lo lleva incorporado y tiene pantalla grande!

-         Rosa, vas a ser capaz de conducir y mirar las indicaciones del GPS?

-         Pues claro! Como todo el mundo. O te crees que soy tonta. – dijo mosqueada.

-         Estás jugando con la suerte… puedes provocar un accidente…

-         Vaya, ahora resulta que las mujeres no vamos a ser capaces de manejar un Tom tom como los hombres.

-         Vale, vale… Allá tú… pero. –

-         Pues eso, atiende a conducir, que igual eres tú el que tiene un accidente.

                    Roque pensó que sería un buen regalo para Reyes, se acercó a unos grandes almacenes y compró el aparatito. Decidió entregar el regalo a Rosa antes de Navidad y si no se manejaba con él, cambiarlo por otro.

La llamó por teléfono y jugaron a las adivinanzas:

-         Es algo que te va hacer mucha ilusión…

-         Un viaje.- A Rosa le encantaba viajar.

-         No, aunque tiene algo que ver…

-         Un vestido? No… Maletas ya tengo… Dame más pistas.

-         A ver es algo pequeño, que ocupa poco.

-         Unos pendientes…un anillo..!

-         Frío, frío…

-         Algo para viajar? Dame alguna pista más…-Dijo en tono seductor

-         A cambio de qué..? – Roque no desaprovechó la oportunidad.

-         De que estrene un tanga que me compré ayer…

-         Es algo pequeño, en tres paquetes, que te va hacer mucha ilusión

-         Unas gafas de sol…un bolso…

-         No

-         Anda, dime qué es…

-         Esta noche cuando nos veamos verás…

-         Jo… anda amorcito, sabes que lo paso fatal…

-         Esta noche…

                              Roque entregó a Rosa una bolsa con tres bultos: El GPS, una funda y un cargador de red. Rosa desenvolvió con desesperación los paquetes y al ver lo que era se abrazó a Roque dándole un beso largo y sabroso en la boca:

-         Tendrás que ayudarme a ponerlo en marcha…

-         Sí claro… con lo liado que ando ahora en el trabajo

-         Hombre al principio…tengo que cogerle el tranquillo

-         Ya te dije que no era tan fácil, pero tú nunca me haces caso…

-         Si tú manejas el de tu coche, yo puedo hacer lo mismo con este…

-         Porque yo soy un hombre y tú una mujer…

-         Vale, trae ya me las arreglaré sola…

-         Ja, mañana me estarás suplicando que te ayude a programar el aparato…

-         Eso lo veremos.

La noche quedó llena de nubes sobre la cama. Rosa no se durmió después de que Roque le quitase el tanga y festejasen con sus cuerpos el día de Reyes.

                           Decidió que iba a vender su coche a su amiga Elena. En la madrugada cogió el GPS, seleccionó varias ciudades europeas en modo caminar, escribió una nota a Roque, buscó ofertas de vuelos baratos para singles y puso su corazón en modo libertad.

Santa 6/Ene/2012