Tanith Belbin & Benjamin Agosto (Foto de El País)
____________El arte compartido con alguien, se multiplica por el número de participantes. Por ejemplo una orquesta sinfónica, unos bailarines de danza clásica o una escena de teatro…
El patinaje artístico es un arte que se practica solo o acompañado. Mucho más bello y sugerente en pareja. Si además existen sutiles lazos emocionales entre los bailarines la danza deja sobre el hielo trozos de versos escritos entre ambos.
La danza sobre el hielo tiene un peligro, añadido a todo baile realizado en pareja; la caída es muy dura. Por eso la velocidad de movimientos debe estar sincronizada al latir de cada corazón. Si uno tarda en dar el primer paso y alargar la mano; el otro con la mano tendida al vacío sale despedido por la fuerza centrífuga hasta dar con su corazón en el hielo.
Según se cambia de pareja de baile por accidentes ocurridos en entrenamientos o juegos de cama; la confianza en la mano esperada del otro, para realizar un salto que deje sin aliento a los espectadores; desaparece.
También puede ocurrir que la lesión, en una caída, de algún ligamento importante como el tendón de Aquiles (situado en la parte posterior del gemelo) o cualquier ligamento de la rodilla (los cruzados, los laterales) impidan tener la confianza necesaria en uno mismo para dejarse impulsar por el corazón de otro.
Aquí está la huella que dejaron las cuchillas de unos patines…
Santa 22/02/2010
El patinaje artístico es un arte que se practica solo o acompañado. Mucho más bello y sugerente en pareja. Si además existen sutiles lazos emocionales entre los bailarines la danza deja sobre el hielo trozos de versos escritos entre ambos.
La danza sobre el hielo tiene un peligro, añadido a todo baile realizado en pareja; la caída es muy dura. Por eso la velocidad de movimientos debe estar sincronizada al latir de cada corazón. Si uno tarda en dar el primer paso y alargar la mano; el otro con la mano tendida al vacío sale despedido por la fuerza centrífuga hasta dar con su corazón en el hielo.
Según se cambia de pareja de baile por accidentes ocurridos en entrenamientos o juegos de cama; la confianza en la mano esperada del otro, para realizar un salto que deje sin aliento a los espectadores; desaparece.
También puede ocurrir que la lesión, en una caída, de algún ligamento importante como el tendón de Aquiles (situado en la parte posterior del gemelo) o cualquier ligamento de la rodilla (los cruzados, los laterales) impidan tener la confianza necesaria en uno mismo para dejarse impulsar por el corazón de otro.
Aquí está la huella que dejaron las cuchillas de unos patines…
Descubrir tu cuello a besos
es un paseo por donde habitan las estrellas,
tu piel huele al color del universo,
nombrarte es describir un planeta cercano.
Tus ojos eclipsan a Venus,
como una luna afrodisíaca,
con la forma poderosa de mujer madura.
Tu sonrisa es un enigma de tus labios,
como un agujero negro son tus besos,
donde se pierde mi boca.
Mordiscos, paladares de Eva y Adán en el juego del amor,
nada es más fuerte que el deseo de perder mis dedos por tu piel,
nada quema tanto como tus manos en mi cuerpo,
ningún escalofrío tan devastador para ti,
como mi lengua en tu oído,
lamiendo tu lóbulo y tu alma,
quemando versos rojos en tu oído.
Unamos nuestros cuerpos en un universo infinito,
en galaxias habitadas por planetas de amor,
deja que roze la cúspide de tus pechos de cielo líquido,
y entra en erupción.
Tus manos,
esa catarata caliente,
que baja hasta mi centro inhiesto;
para derretir la duda,
en el frío infierno de soledad,
que dejaron otras estrellas fugaces.
Tu cuerpo,
orquídea salvaje y madura,
a la espera de ser devorado por mi cuerpo celeste.
tu piel huele al color del universo,
nombrarte es describir un planeta cercano.
Tus ojos eclipsan a Venus,
como una luna afrodisíaca,
con la forma poderosa de mujer madura.
Tu sonrisa es un enigma de tus labios,
como un agujero negro son tus besos,
donde se pierde mi boca.
Mordiscos, paladares de Eva y Adán en el juego del amor,
nada es más fuerte que el deseo de perder mis dedos por tu piel,
nada quema tanto como tus manos en mi cuerpo,
ningún escalofrío tan devastador para ti,
como mi lengua en tu oído,
lamiendo tu lóbulo y tu alma,
quemando versos rojos en tu oído.
Unamos nuestros cuerpos en un universo infinito,
en galaxias habitadas por planetas de amor,
deja que roze la cúspide de tus pechos de cielo líquido,
y entra en erupción.
Tus manos,
esa catarata caliente,
que baja hasta mi centro inhiesto;
para derretir la duda,
en el frío infierno de soledad,
que dejaron otras estrellas fugaces.
Tu cuerpo,
orquídea salvaje y madura,
a la espera de ser devorado por mi cuerpo celeste.
Santa 22/02/2010
2 comentarios:
Hermosísimos textos, Santa.
Sobre el patinaje del hielo, de la vida y del amor.
Y sobre el propio amor deslizándose entre dos.
Saludos.
para cuando unas jornada de Poesía Erótica ??????
tienes que compilar toda poesía que tienes escrita.
Un abrazo.
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